¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de pasto es el mejor para tu jardín? La elección entre un pasto sintético y uno natural puede ser complicada, especialmente cuando se consideran los factores del clima. Sin embargo, ¿y si te dijera que uno de estos tipos puede ser el héroe secreto de tu jardín, independientemente del clima? Bueno, pues sigue leyendo para descubrir cuál es.
¿Qué es el pasto sintético?
Antes de comenzar con la comparativa, es importante entender qué es el pasto sintético. Esencialmente, es una superficie fabricada para imitar al césped natural, utilizando fibras sintéticas para crear hojas verdes. Viene en una variedad de estilos y calidades, desde variedades que simulan diferentes tipos de césped natural hasta las mejores marcas de pasto artificial diseñadas para durar años.
Climas cálidos y secos
Ventajas del pasto sintético
En climas cálidos y secos, este brilla verdaderamente. No requiere agua, lo que puede significar un ahorro considerable en la factura de agua. Además, mantiene su color y textura vibrante sin importar el calor extremo por más de 10 años.
Desventajas del pasto natural
Por otro lado, el pasto natural lucha por sobrevivir en el clima árido de Santiago. Nuestra capital, ubicada en el Valle Central, presenta un clima mediterráneo templado con estaciones secas prolongadas. Las precipitaciones anuales son escasas, con un promedio de 380 mm concentrados en los meses de invierno.
En este contexto, el pasto natural requiere un riego constante y cuidados especiales para no marchitarse o morir debido al calor intenso y la falta de agua. Se estima que el consumo de agua para riego de jardines en Santiago alcanza los 200 millones de metros cúbicos al año, lo que representa una presión significativa sobre los recursos hídricos de la ciudad.
A esto se suma la escasez de lluvias y la megasequía que afecta a toda la zona central de Chile desde hace más de una década. Esta situación ha intensificado la crisis hídrica y ha puesto en riesgo la sustentabilidad del pasto natural en la ciudad.
En este escenario, el pasto sintético se presenta como una alternativa viable para jardines. No requiere riego constante, es resistente a las altas temperaturas y la sequía, y ofrece un bajo mantenimiento.
Desventajas del pasto sintético
El pasto sintético, aunque resistente a las condiciones climáticas, puede no sentirse tan acogedor bajo los pies en climas fríos, y la nieve o el hielo pueden requerir un mantenimiento adicional para asegurar su funcionalidad.
Climas mixtos
La versatilidad del pasto sintético
Para aquellos en climas con estaciones mixtas, el pasto sintético ofrece una versatilidad incomparable. Puede soportar tanto el calor del verano como las lluvias torrenciales del invierno sin perder su estética o funcionalidad.
Retos del pasto natural
El pasto natural, aunque adaptable, puede sufrir con el cambio constante de condiciones, requiriendo un mantenimiento estacional intensivo para mantener su belleza.
Sostenibilidad y mantenimiento
¿Es el césped artificial la opción más sostenible?
A primera vista, el pasto sintético parece la opción más sostenible, especialmente en climas extremos. Reduce la necesidad de agua, fertilizantes y pesticidas. Sin embargo, es importante considerar su ciclo de vida completo, incluyendo la fabricación y eventual disposición.
Mantención del pasto sintético vs. natural
Mientras que el pasto artificial requiere menos mantenimiento diario, no está completamente exento de cuidados. La limpieza ocasional y el cepillado son necesarios para mantener su apariencia. El pasto natural requiere un mantenimiento más regular.
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Conclusión: La elección es personal
Al final del día, la elección entre pasto sintético y natural depende de tus necesidades específicas, el clima de tu región y tus preferencias personales. Si buscas una opción de bajo mantenimiento y resistente al clima, las variedades de pasto sintético y los estilos de césped artificial podrían ser tu mejor apuesta.
En SoGrass creemos que el pasto sintético es una buena alternativa de paisajismo sostenible, en el contexto de escasez hídrica del país.
Por eso, aunque valoramos el pasto natural, nos parece que el césped artificial nos ayuda, a través del menor consumo de agua, a cuidar nuestro planeta.